ESI haciendo camino al andar

La propuesta de este libro se centra en interpelar el sistema binario y heteronormativo que la cultura nos impone de diversas formas mediante actos de violencia y desigualdad. La invitación es a pensar cuánto camino nos falta recorrer, cuanto transitamos y todos los logros conseguidos. El planteo básico es la aplicación transversal e integral de la ESI, sin reduccionismos ni exclusiones por resistencias jurisdiccionales o institucionales que dejan de lado el enfoque desde una perspectiva de género o cuestiones nodales como la diversidad.

La convocatoria es a debatir, sentir y hacer ESI más allá de la escuela, porque se trata de un hacer cotidiano y social que nos compete a todos, en diversos espacios como el ámbito laboral, los centros culturales, las familias, los clubes y las organizaciones, entre otros. ESI en todos los sitios donde necesitemos con urgencia romper con estereotipos y jerarquías entre los géneros que sostienen profundas diferencias.

Por otra parte, interpelamos a la cofradía del patriarcado mediante diferentes argumentos como la antropología, la psicología, la filosofía, entre otros campos ¿Para qué? Para deconstruir tramas de pensamiento como la dueñidad que el capitalismo tejió durante siglos para enaltecer como sujeto al varón, blanco, heterosexual y patrón, que es parte de una cadena que le es útil al capital, el último eslabón que ata a las mujeres sometidas y oprimidas al servicio del sistema.

Este texto propone disputar con aquellas/os que repiten como un versículo aprendido de memoria: “Con mis hijos no te metas”, por temor y prejuicio, sin saber que la ESI es indispensable para evitar abusos, violencias, embarazos no deseados, acoso entre pares, infelicidad por ser quien se es o se quiere ser.

Con este trabajo abrimos un abanico explicando en profundidad lo que la ESI tiene como objetivo: reivindicar el deseo y el placer que podemos vivir todas/os como personas y sujetos en libertad; permitir pensar en el cuidado del cuerpo y la salud; garantizar la equidad de género; respetar la diversidad; ejercer nuestros derechos; reconocer y valorar de manera positiva la diferencia; rechazar todas las formas de discriminación; motivar la solidaridad y la responsabilidad afectiva y el cuidado integral de las personas en los vínculos.